domingo, 21 de agosto de 2011

Espiritualidad contra el escepticismo (1ª Parte)

Pbro. Dr. Víctor Manuel Fernández
Rector dela Pontificia Universidad Católica Argentina
Acto central del I Congreso de Doctrina social de la Iglesia.
 Rosario, Sábado 7 de Mayo de 2011
Queridos amigos, esto no es una conferencia. Sólo me pidieron unas breves palabras de esperanza.

Porque tenemos un tesoro de doctrina social, pero también está la vida, a veces áspera, de todos los días. Por algo el Santo Padre, entre sus dos encíclicas sobre la caridad, nos regaló una sobre la esperanza.
Ustedes saben por experiencia que a veces una tarea apostólica, un compromiso social, no brinda las satisfacciones afectivas que la persona desearía, los frutos, son más reducidos de lo que uno esperaba, parece tan difícil cambiar algo, o todo es demasiado lento…
Pero también puede pasar que el corazón se cansa de luchar porque en realidad se estaba buscando a sí mismo, más que servir, y a veces se cansa de desgastarse en internas, en envidias, en tironeos, en debilidades comunitarias...
Entonces, es posible que comience a apoderarse de la persona un nuevo veneno que destruye el entusiasmo. No es desesperación, porque la persona no baja los brazos, sigue haciendo algo, pero ya no tiene garra, no tiene todas las ganas, no tiene pasión, y empieza a dedicarle poco tiempo. Eso se llama escepticismo. No es el cansancio feliz y sereno de quien se ha entregado por amor, sino un  cansancio interior marcado por el desaliento.
Así sin darse cuenta el mal nos seduce y gana la batalla, la indiferencia gana la batalla, la comodidad gana la batalla, y el Evangelio, que es lo más hermoso que tiene este mundo, queda sepultado debajo de muchas excusas.
Pero no tiene por qué ser así, y yo les voy a dar algunas razones:

1. Lo primero es acordarse de las primeras comunidades cristianas, tal como aparecen en el Nuevo Testamento. Allí vemos a los cristianos cargados de alegría, de coraje en el anuncio, y capaces de una gran resistencia activa. Y todo brotaba del encuentro comunitario con el Señor vivo, resucitado.
Algunos enseguida presentarán una excusa: “bueno, pero el mundo de hoy es muy difícil”. Vayan a contarle eso a los primeros cristianos. Las circunstancias del Impero romano de aquella época no eran humanamente favorables al anuncio del Evangelio, ni a la lucha por la justicia, ni a la defensa de la dignidad humana. Y existía también el atractivo de un estilo de vida poco compatible con el camino cristiano.
Porque en realidad cada época presenta sus dificultades, y sería simplista decir que unas son más duras y exigentes; simplemente son diferentes. Por una sencilla razón: siempre está la debilidad humana, la búsqueda enfermiza de sí mismo, el egoísmo cómodo. Eso está siempre presente, con un ropaje o con otro, porque eso viene del límite humano que simplemente se va poniendo distintos ropajes.
Recorran la historia: Pregúntenle a San Pablo, después pregúntenle a San Bernardo, después a San Francisco de Asís, después a Santo Tomás Moro, a San Ignacio de Loyola, a Carlos de Foucauld, y sigan. ¿Qué nos dirían ellos?
Entonces convenzámonos: si en tantas circunstancias adversas fue posible un compromiso enamorado, valiente y gozoso, también hoy podemos vivirlo. Pero hay que aceptar vivirlo, hay que atreverse a ese vértigo y a ese desafío que nos saca de la normalidad.
Nos hace falta convencernos de que los complejos, son tontos, y en el fondo una tentación de las fuerzas del mal. Te hacen  creer que lo que el mundo ofrece tiene más poder y más belleza que el Evangelio.

2. En segundo lugar, yo les diría que para mantener la garra y el compromiso hay algo esencial:  es identificarse con la propia misión mirarse a sí mismo como transformado por esa misión, reconocerme a mí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí es donde aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma.
Pero cuando uno separa la tarea por una parte, y la propia identidad y privacidad por otra, termina siempre debilitando el fervor y el entusiasmo en la actividad. Por eso es necesario alimentar esta convicción: “Estoy en esta tierra para cumplir una misión, mi vida en esta tierra no se entiende sin esa misión que Dios me confía”.

3. Además nosotros tenemos en nuestra fe unas convicciones preciosas que no nos dejan bajar los brazos: En primer lugar hay que recordar que el mundo ha sido creado por un Dios bueno, y que es en sí mismo bueno. No todo está podrido, nunca. Esa bondad básica no ha sido completamente destruida por el pecado. Y el bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse. Siempre en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la historia. Los valores tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y el ser humano ha renacido muchas veces de lo que parecía irreversible y terminal.
Por eso, cuando advertimos que en el mundo todavía hay algo de verdad, cuando vemos que alguien dice la verdad aunque eso le perjudique, eso nos da esperanza, eso nos libera del escepticismo: algo todavía puede cambiar.
Lo mismo sucede cuando vemos que todavía es posible la generosidad, el servicio desinteresado, cuando nos encontramos con un testimonio de fidelidad a pesar de todo, cuando advertimos que todavía alguien es capaz de renunciar a algo por el bien de otro, y sobre todo, cuando vemos que todavía hoy existen personas capaces de dar la vida por una convicción, y que aún existen mártires que dan la sangre por Jesucristo y su Evangelio. 

Espiritualidad contra el escepticismo (2ª Parte)

4. Pero les pido que recordemos que la esperanza se deposita de una manera especial en Jesús resucitado. La fe no es sólo creer en Él, sino también creerle a Él, creer que es verdad que nos ama, que Jesús resucitado conduce la historia, que es capaz de intervenir, que no nos abandona, que saca bien del mal con su poder y con su infinita creatividad. Es creer en la presencia de Jesús que marcha victorioso en la historia “en unión con los suyos, los llamados y elegidos y fieles” (Ap 17, 14), y que “seguirá venciendo” (Ap 6, 2).
Creámosle al Evangelio que dice que el Reino de Dios ya está presente en el mundo, y está desarrollándose misteriosamente, está creciendo aquí y allá, de diversas maneras (...)
La resurrección de Cristo puede provocar por todas partes brotes de ese mundo nuevo. Aunque se los corte, esos brotes vuelven a surgir, porque la resurrección del Señor ya ha penetrado la trama oculta de esta historia, porque Jesús no ha resucitado en vano.

5. Pero como no siempre vemos esos brotes, nos hace falta una certeza interior de la fe. Es la certeza de que Dios puede actuar misteriosamente en cualquier circunstancia, también en medio de aparentes fracasos. De ahí que Pablo se gloriara en sus debilidades (2 Co 12, 10) donde se manifiesta perfectamente la fuerza de la gracia (2 Co 12, 9). Porque “llevamos este tesoro en recipientes de barro, para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros” (2 Co 4, 7). Pablo acepta con agrado las tribulaciones, las persecuciones, los fracasos (2 Co 4, 8-9; 12, 10), para que a través de ello se manifieste la vida en sus discípulos (2 Co 4, 11-12) y renunciando a gloriarse en cosas visibles (2 Co 4, 18).

Por eso vale la pena empeñarse, para que, de una manera misteriosa, seamos parte de ese nuevo brote de vida para el mundo, y no nos quedemos al margen de la marcha de la esperanza activa.
Esto es lo que se llama “sentido de misterio”, y es posiblemente el remedio más eficaz contra el escepticismo, sobre todo cuando los fracasos y desilusiones amenazan con hacernos bajar los brazos.
El “sentido de misterio” es saber con certeza que, quien se ofrece a sí mismo a Dios por amor (Rm 12, 1), y de ese modo se entrega a la misión que Dios le confía, seguramente será fecundo más allá de lo que vean los ojos, será un sarmiento con abundantes frutos (Jn 15, 5), su vida y su actividad no serán estériles.
Jesús decía: “La gloria de mi Padre está en que ustedes den fruto abundante” (Jn 15, 8). Por lo tanto, cuando deseamos ser fecundos estamos respondiendo a su amorosa voluntad. Pero esos frutos se producen de manera misteriosa, esa fecundidad es muchas veces invisible, inaferrable, no puede ser contabilizada. Por eso, el evangelizador puede entregarse intensamente a la misión con la seguridad de que su vida será fecunda, pero sin pretender saber cómo, ni dónde ni cuándo. Dios utilizará también sus aparentes fracasos para realizar misteriosamente alguna obra de su gracia en alguna parte.
Lo que yo sé en la fe, es que mi entrega, unido a Jesús, va a dar fruto. Y a veces es como cuando se produce una pequeña grieta en un dique inmenso. Tarde o temprano va a caer, aunque yo no lo vea. Pero yo fui parte, fui fecundo sin llegar a verlo. Hay que aprender a trabajar a mediano plazo o a largo plazo.
Pero estén seguros: no se pierde ninguno de tus trabajos realizados con amor, no se pierde ninguna de tus preocupaciones sinceras por los demás, no se pierde ningún acto de amor a Dios, no se pierde ningún cansancio generoso.
Todo eso queda dando vueltas por el mundo como una fuerza de vida que va dando frutos. Así como, al producir ondas en el mar con el movimiento de nuestras manos, ese movimiento se va propagando por todo el océano, de la misma manera, ninguna obra hecha por amor y con amor dejará de producir algo nuevo. Entonces nunca te canses de ser bueno.
En todo caso, aprendé a dejarse amar por Dios también en el aparente fracaso, en los escasos resultados visibles, en las ingratitudes sufridas. Aprendé poco a poco a dejarte estar en la ternura de los brazos del Padre cuando parece que todo está oscuro, aprendé a dejarte tocar por la gracia permitiéndole a Dios mismo que te consuele, y seguí adelante. Invocá cada día al Espíritu Santo para que te fortalezca interiormente, y sabé que tu esfuerzo vale la pena, aunque no lo veas.
6. Por último, les recuerdo que nuestra esperanza es activa y creativa. Necesita canales para la fuerza transformadora de Jesús resucitado, y allí entra nuestra creatividad, nuestra viveza, nuestras búsquedas constantes.
Pero además hay que recordar una cosa: para resolver mis cuestiones personales e íntimas, el Espíritu Santo quiere tener mi cooperación personal, pero para resolver los problemas comunitarios y sociales necesita una cooperación comunitaria, necesita que aunemos esfuerzos, que luchemos juntos, que construyamos redes sociales, que hagamos puentes. Para resolver los problemas sociales no bastan individuos santos y entregados. Hacen falta redes comunitarias. Jesús intentó convencernos de muchas maneras y con muchas palabras.
Por eso, que estemos juntos estos días para reflexionar y buscar caminos juntos, ya es una expresión de esperanza y es un canto de esperanza cristiana. Que Jesús los bendiga mucho.
Pbro. Víctor Manuel Fernández

viernes, 12 de agosto de 2011

Adicciones: ¿dónde acudir?


INSTITUCIONES QUE TRABAJAN EN EL TEMA ADICCIONES 

SANTA FE 
  • Policía Federal: Delegación Santa Fe- San Martín 3381 – TEL-fax 0342 4 553303 / 4 52998 
  • Casa del Sol: Avda. Freyre 2070 - P. B.  - Tel. 0342 4 583000 . Servicios que presta: Centro de día. Actividades Preventivas. 
  • Municipalidad de Santa Fe; Depto. Municipal de Planificación en Salud. COMIES - Comisión Mixta Interministerial de Educación, para la Salud en Escuelas Primarias y Secundarias Tel. 0342 4571743 /42 /41 Bv. Gálvez 1563; 1er piso . Servicios que presta: Esta Comisión lleva adelante "Programas de Promoción y Protección de la Salud" en salud en general, en alumnos y docentes de todos los niveles y modalidades.
  • Nuevo Hospital de Niños "Dr. Orlando Alassia": Mendoza y Lamadrid; T.E. 0342/ 4 562 224 (conmutador);  Santa Fe 
  • Hospital Dr. José María Cullen: Servicio de neurotoxicología, Avda. Freyre 2150-subsuelo sala 3 ­ Tel. 0341/ 4 573 350 (conmutador) Servicios que presta: Centro de Admisión y Diagnóstico Ambulatorio. Consultorio Externo Internación Desintoxicación- T.E. int. 268
  • Policía de la Provincia de Santa Fe:  Dirección Gral. Drogas Peligrosas Obispo Gelabert 2677 - Tel. 0342 457 2894 / 4537003 - Servicios que presta: Prevención de la drogadependencia información Asesoramiento- capacitación Las actividades consisten en charlas a docentes, padres, público, alumnos primarios – secundarios Jornadas de trabajo concientizador.
  • Depto. Prevención “Luis Alberto Maguid” - U.P.C.N.: Tel. Fax 0341 / 4 550 900 – int. 146 
  • Asociación Nazareth: Casa "San Agustín": General Paz 6822.- Centro de admisión - Tel. 0342 4602026
  • APPAD - Asociación de Padres Pro Ayuda al Drogadependiente : Está habilitado por el ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe para tratamientos de drogadependencia . Las Heras 5855 - t. e. 0342- 4 697668 / 4 74 827 / 155 462539 /
  • CIPRESS - Centro interdisciplinario prevención enfermedades de transmisión sexual y sida: San Lorenzo 3051 - T.E. 0342- 4 562 614 - Servicios que presta: Centro de Prevención Ambulatorio. Consultorio Externo.Tareas de prevención, Talleres y Charlas. Asistencia psicológica-ambulatoria y social.
  • Clínica de Salud Mental " Crecer " Srl. Necochea 3360 – Tel. 0342- 4 520705 -Servicios que presta: Ambulatorio-consultorio externo Internación – desintoxicación
  • Fundación Renacer: Maipú 1949 – Tel. 0342/ 4 561900 - fax 4 692157 - Servicios que presta: Centro de prevención. Centro de admisión y diagnóstico Ambulatorio Consultorio externo. Centro de día Internación Desintoxicación Reinserción.
  • Dirección de Profilaxis U.N.L.: San Jerónimo 3231 - Tel. 0342/ 4559610 -
  • Asociación para Investigación de Ludopatía: Av. Freyre 2074 – Tel: 0342-154071226
  • Alcohólicos Anónimo: Grupo "Volver a vivir ": Colegio Don Bosco - Estanislao Zeballos 3333 ­ Tel. 0342 /4 604044 / 155 495449; Parroquia La Merced - Tel. 4 597 222; Parroquia Guadalupe - (Esc. Padre Genesio) - Tel 4 601937
  • Grupo G.I.A. (Grupo institucional de Alcoholismo) C.A.M.C.O.: 25 de Mayo 1736 - Tel. 4 589 746- 



SAUCE VIEJO

Asociación Nazareth - Casa "Monseñor Vicente Zazpe".: Tel. 0342/ 4 995 738 - calle 10, Manzana 80,  Servicios que presta: Comunidad terapéutica: 24 camas

Agradecemos a la Pastoral en Prevención de Adicciones por remitirnos el presente listado. Para mayor información comunicarse vía e-mail: pastoraladiccionessf@gmail.com

"Consideraciones en orden al desarrollo humano" , Cardenal Peter K. A. Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz

Consideremos pues como una propuesta no exhaustiva pero conveniente, algunos elementos necesarios propuestos por la doctrina social de la Iglesia que han de acompañar una eficaz acción en favor del desarrollo, conscientes de que los esfuerzos del hombre por construir un mundo más justo y habitable, tienen un valor precioso ante Dios.


a. La Conversión
La importancia de la conversión cristiana y sus consecuencias efectivas sobre la propia vida, es una constante de los relatos evangélicos, recordemos la escena del llamado joven rico que recibe de Jesús una invitación más radical aún de la que él afirmaba haber cumplido (Mt 16, 21 ss.), conocemos el final de esta escena, lo que nos muestra que nuestra conversión no ha sido aún total si no alcanza el pleno desprendimiento de lo que puede alejarnos de Dios. Veamos luego el caso de Zaqueo el publicano, que ante el profundo encuentro con el Salvador decide cambiar definitivamente su vida (Lc 19, 9-10) corrigiendo el daño que con el propio actuar se hubiera provocado.Por ello la conversión plena de cada uno de nosotros ha de acompañar la sincera búsqueda del verdadero desarrollo humano, a fin de que la vida terrena sea más divina y más digna del hombre, con la transformación de nuestros corazones de piedra en corazones de carne.

b. La Fidelidad a la Verdad
De frente a una sociedad que con frecuencia relativiza la verdad, que se desentiende de ella o la rechaza, es de fundamental importancia seguir el camino de la verdad. Como creyentes somos conscientes de que la razón y la fe colaboran a la hora de mostrarle el bien, con tal que se quiera ver. La verdad nos rescata de las opiniones y de las sensaciones subjetivas que atentan contra la dignidad humana y nos hace así superar las determinaciones culturales e históricas.Una cultura sin verdad es fácil presa de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos, llegando a privar a las realidades de su significado estable y objetivo, e imponiendo una valoración relativista. Por ello vivir la caridad en la verdad nos lleva a comprender que la adhesión a los valores del cristianismo no es sólo un elemento útil, sino indispensable para la construcción de una buena sociedad y el verdadero desarrollo humano integral.

c. El Respeto a la Vida Humana
Una indispensable consideración al momento de procurar el desarrollo, que es subrayada por Su Santidad Benedicto XVI en la Encíclica Caritas in veritate donde afirma “que la cuestión social se ha convertido radicalmente en una cuestión antropológica, subrayando la centralidad de la concepción de la vida del ser humano, y del ser humano en sí, y reconociéndola como un elemento de fundamental atención en el momento de procurar el desarrollo humano integral. Por ello bajo ninguna circunstancia se puede instrumentalizar al ser humano o parcializar el respeto de los valores irrenunciables de la vida y la familia en esta tarea.

d. El Humanismo Cristiano
Sabemos que nuestra fe incluye un principio antropológico que reconoce a la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, elevada a un fin sobrenatural trascendente respecto a la vida terrena. Así considerada, la persona humana, creada con las facultades de libertad, inteligencia y voluntad, y reconocida como sujeto de derechos y deberes, es el primer principio, el corazón y el alma de la enseñanza social de la Iglesia. Es ésta la base irreductible e indispensable del nuevo humanismo que podrá producir un verdadero desarrollo humano integral, y para cuya elaboración es necesario promover la reflexión profunda.Somos pues invitados a reconocer la necesidad de profundizar sobre un “humanismo nuevo, el cual permita al hombre moderno hallarse a sí mismo”. En el pleno reconocimiento de que la fuerza más poderosa al servicio del desarrollo es un humanismo cristiano, que guiado por la verdad ha de vivificar la caridad, hemos de favorecerlo, a través del constante discernimiento en la comunión eclesial

e. La Justicia
La promoción del verdadero desarrollo humano propuesta en la última encíclica señala la justicia como uno de los criterios orientadores de la acción moral que han de acompañar la vivencia del principio«Caritas in veritate» en una sociedad en vías de globalización. Los contenidos ahí presentes, referidos al tema de la justicia se convierten en un desafío para nuestra vida cristiana, pues como primer elemento se nos advierte que la vivencia de la caridad exige la justicia, incluido el reconocimiento y el respeto de los legítimos derechos de las personas y los pueblos. Mientras que especifica que no es posible actuar la caridad en «dar» al otro de lo mío, sin actuar primero la justicia habiéndole dado previamente lo que en virtud de su ser y de su obrar le corresponde.En cuanto al principio de la justicia que en todo momento tiene que ver con el hombre y con sus derechos, se precisa junto a la solidaridad el alcance intergeneracional ha de acompañar necesariamente los proyectos para un desarrollo humano integral, por lo que las decisiones del presente no pueden ignorar los derechos de las generaciones sucesivas ni sus efectos sobre las diversas dimensiones de la vida social.

f. La Gratuidad
El último elemento que señalamos y que nos presenta la Encíclica es el tema del desarrollo que coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos, inclusión que se construye en la solidaridad basada sobre la justicia y la paz. Afirmando que en la época de la globalización, no se puede prescindir de la gratuidad, que fomenta y extiende la solidaridad y la responsabilidad por la justicia y el bien común, precisa que esta solidaridad no se puede confinar en manos de instituciones que la burocratizan y terminan por consumir los recursos.La lógica del don propuesta por la Encíclica no excluye la justicia ni se yuxtapone a ella, sino subraya el principio de gratuidad como expresión de verdadera fraternidad humana en orden al desarrollo, pues la vida humana como vocación al desarrollo, implica la disponibilidad solidaria al prójimo como auténtico reflejo de la disponibilidad para con Dios.

La Conferencia del Cardenal Turkson se puede leer integralmente en: http://www.argentinadsi.org/documentos/conferencias/

jueves, 11 de agosto de 2011

Mesa Temática: Pueblos Originarios

Los congresistas de esta Mesa partieron del reconocimiento de la existencia de los pueblos aborígenes distribuidos en nuestro país- aproximadamente más de 20- . Se advirtió que poco conocemos  los argentinos de estas antiguas comunidades, ignoramos lenguas y costumbres, valores e instituciones. 

Se advirtió la escueta aplicación y uso y goce por parte de los pueblos originarios de los derechos reconocidos por la Constitución Nacional (Art. 75 Inc.17), el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, como así también de las leyes 26.160 y 26.554 . Ambas leyes nacieron con la intención de demarcar los territorios de las comunidades originarias en el país prohibiendo entre tanto los desalojos. 

Se identificaron como los problemas más relevantes que aquejan a los pueblos aborígenes: 
  • Los vinculados con la posesión de tierras:  la falta de implementación del relevamiento de tierras impide y obstaculiza la prosecución de acciones para obtener la definitiva regularización dominial de los territorios que las comunidades ocupan ancestralmente.
  • Dificultad para el aprovechamiento de los recursos naturales
  • Irregularidades para la obtención de personería jurídica
  • Falta de aplicación de la educación bilingüe: la educación uniforme produce desarraigo y menosprecia su identidad
  • Desconocimiento de  sus costumbres, su riqueza cultural, su forma de vida, sus prácticas ancestrales  es decir, la belleza e importancia de su diversidad.
  • Vulneración en los derechos a la participación y consulta 
  • La migración, forzada por la pobreza, hacia los asentamientos marginales de las grandes ciudades. 
Tal problemática fue analizada a la luz del Magisterio de la Iglesia, especialmente desde  los mensajes de Juan Pablo II a los pueblos aborígenes y de los Documentos del CELAM, los que promueven la interculturalidad y la inculturalidad, excluyendo el sincretismo.

Se destacó, también en la Mesa, la labor que realiza  el Equipo Nacional de Pastoral Aborígen - ENDEPA-  aportando y facilitando la apertura de la Iglesia hacia los Pueblos Originarios . 

Enlace destacado: http://www.endepa.org.ar/

MESA TEMATICA Nº 1 BIOETICA Y PERSONA HUMANA

La mesa estuvo coordinada por el  Dr. Jorge Nicolás Lafferriere, Dr en Ciencias Jurídicas, profesor de la UCA, Director del Centro de Bioética.

La introducción al tema estuvo a cargo de  Monseñor Antonio Marino (hoy obispo de Mar del Plata) quien iluminó a los asistentes con el análisis de los principios de la bioética y su inclusión en el cuerpo de la Doctrina Social de la Iglesia y como fue creciendo, desde la Encíclica Rerum Novarum de León XIII, pasando por las del Beato Juan Pablo II con la integración de los temas de la ética de la vida, hasta nuestros días, llegando a una plena expresión con el Papa Benedicto XVI: la bioética en el centro del desarrollo de los pueblos, la apertura a la vida está en la base del verdadero desarrollo (Caritas in Veritatis 28, 44 y 47). En todo el Magisterio de la Iglesia se encuentra el respecto irrestricto por la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.

Participaron además del panel María Inés Franck, licenciada en Ciencias Políticas y Dra en Sociología, quien analizó el estado actual del tratamiento del tema de la vida, las cuestiones relacionadas con ella, la necesidad de una educación en el amor en los niños y jóvenes, y las iniciativas parlamentarias relativas al tema que hoy existen en Cámara de Diputados y Senadores, confeccionada por el programa de Agenda Legislativa de la UCA. El Doctor Rafael Pineda, director del Departamento de Bioética de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, jefe del servicio de Ginecología  del Hospital  Clente Alvarez de Rosario, se refirió a la realidad médica y humana que le toca vivir, su compromiso por la vida y propuestas.

Se presentaron experiencias concretas llevadas a cabo en la provincia de San Juan: propuestas de participación en el ámbito legislativo;  instalación del el tema de la vida en el centro del debate comunitario, mediante foros, visitas a los legisladores, plenarios en las universidades, charlas. 
También estuvieron presentes delegados del Equipo Nacional de Grávida, explicando las actividades que desarrollan y los logros en defensa de la vida naciente en diversas provincias del país.

A lo largo de las jornadas la mesa, además contó con congresistas comprometidos en los temas de bioética y persona humana: médicos, sacerdotes de distintas diócesis, seminaristas, profesores, abogados, laicos interesados que dieron paso a un activo debate y transmitieron sus inquietudes así como experiencias sobre la problemática en cada región.
Se propició entre otros temas: 
  • La necesidad de cuidar la vida, alentar el paso de habitantes a ciudadanos, estimulando la participación y contacto con los legisladores.
  • Generar conciencia de respeto por la persona humana desde su concepción hasta su fin natural, en todos los ambientes.
  • Enseñanza de la bioética en las escuelas aún desde los primeros años, instalar el tema de defensa de la vida en las parroquias, asociaciones, pensar proyectos de difusión
  • Generar espacios de acompañamientos a jóvenes, respondiendo inquietudes.
  • Protección de la familia y la mujer, propiciar la visualización del niño por nacer, tanto en el derecho como en la vida cotidiana. Fortalecer legislativamente generando proyectos en su defensa.
  • Profundizar en el derecho de educación de los padres.
  • Fortalecer y apoyar las instituciones y profesionales que ya trabajan activamente en la defensa de la vida 


Centro de Asistencia a la Vida Naciente "GRAVIDA": http://gravida.org.ar
En Santa Fe: Telefono: 0342-4696159
Email: gravidasantafe@gmail.com